La inclinación de Pablo Rivero por la cultura gastronómica empieza a muy temprana edad, impulsada por una tradición familiar asociada a la carnicería y la producción ganadera. Es en los campos de su ciudad natal, Rosario, donde observa la sabiduría de los ciclos de la naturaleza y la relación entre el animal y el pasto como un círculo virtuoso. Desarrolló la cocina de identidad popular argentina con dos focos: la territorial, con eje en la parrilla y el fuego; la de inmigración, con el bodegón porteño como exponente. Pablo está al frente de Don Julio (#13 50 Best, 101Steakhouse restaurant y Guía Michelin) parrilla hace 24 años. Es un espacio en donde el fuego está siempre prendido, esperando fundirse en el ritual y la magia de los sabores tradicionales de su tierra. Además, también está detrás de El Preferido, un proyecto que vive de la temporada y el entorno. En la actualidad, el objetivo de Pablo Rivero y su equipo es promover la ganadería regenerativa y su impacto positivo ante el cambio climático.